Los revolucionarios …




Desde la última vez que publiqué en este blog han pasado quince meses. En todo este tiempo me han sucedido cosas interesantísimas que merecen ser contadas . Por ahora no pienso hacerlo, quizás lo haga en unos meses o años, en esta plataforma o no, en formato digital o no.
En aquel último post escribí sobre la visita a Cuba de una delegación funcionarios del gobierno de los Estados Unidos de América (EUA) y de la oportunidad que esto representaba para nuestro archipiélago. Desde esa fecha hasta hoy las cosas han cambiado un poco. Un presidente de EUA visitó Cuba por primera vez en 80 años, desapareció la política pies secos pies mojados, Google firmó un acuerdo con el gobierno cubano, la Casa Blanca tiene un nuevo inquilino que prometió “revisar” el acercamiento con Cuba y muchos de los funcionarios que ese día conocí ya no forman parte del gobierno de los Estados Unidos de América. En Cuba, en materia de TIC, han cambiado algunas cosas. Muchos emprendedores cubanos relacionados con este sector han visitado EUA para intercambiar con emprendedores de ese país, casi se realiza un evento sobre Startups en La Habana y por poco se hace uno, también sobre esos temas, en New York, concluyó la “prueba piloto” del servicio de internet en los hogares en La Habana Vieja y se “proyecta la comercialización gradual a otras zonas del país”, nació la “bolsa nauta”, el “plan amigo”, se redujo el precio de la navegación por la “internet nacional” y según funcionarios de ETECSA se dan los pasos iniciales para, en un futuro, ofrecer el servicio de acceso a Internet en los teléfonos móviles utilizando la tecnología 3G.

Durante aquella cena hace quince meses, Tom Wheller me habló de muchas cosas, pero lo que más disfruté fueron sus comentarios sobre la revolución y los revolucionarios. Pues sí, el jefe de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) en aquel entonces, me habló de la Revolución, de la Industrial y de la Digital. Conversamos sobre como el ferrocarril fue a la Revolución Industrial lo que la fibra óptica es a la Digital. El ferrocarril fue, me dijo, la primera red de alta velocidad e influyó considerablemente en el crecimiento económico y demográfico de su país en aquella época y que los enlaces de fibra óptica han sido parte esencial del desarrollo actual de Estados Unidos. Yo le comenté que Cuba fue pionera en ese tema y que el ferrocarril está ligado a la historia de nuestra nación y a su desarrollo. Sobre los enlaces de fibra ópticas le dije que deseaba con todas mis fuerzas se convirtieran en el motor que impulse el desarrollo futuro de mi país. Luego Tom me habló de unos revolucionarios; me dijo que los había conocido en Cuba y que en ese momento estaba cenando y conversando con ellos. Le dije que ser revolucionario en Cuba tenía muchos significados, que algunos lo eran y no lo sabían y que otros no sabían que ya no lo eran. Wheeler me dijo que era común que ambas cosas sucedieran, que en ocasiones quienes revolucionan ni se enteran que lo hacen y que, la mayoría de las veces, no se es revolucionario toda la vida.

 

Cuando salí de esa cena nunca imaginé que un año y tres meses después de aquella esperanzadora visita, el panorama nacional se volviera más incierto de lo que en ese momento era. Hoy los cubanos nos enfrentamos a un escenario complicado, una economía en números rojos, una crisis política y social en Venezuela (con lo que eso significa para Cuba) y un nuevo gobierno que desde enero dirige a nuestro vecino más poderoso. Son esos los nuevos desafíos que debemos enfrentar y que se suman al resto de los problemas que venimos arrastrando por décadas. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, su democratización, pueden ayudarnos a superar muchos de estos desafíos, pero para lograrlo necesitamos de la Revolución; la Digital. Necesitamos comprender que esa revolución no llegará si no desaparecen los prejuicios y los muchos miedos a los usos diversos que la sociedad le dará a las TIC. Porque del mismo modo en que estas potencian el desarrollo económico, aumentan la capacidad de los científicos y académicos para investigar o mejoran la comunicación entre las personas, también propician que la Sociedad Civil participe, se organice, exija, demande, reclame, construya, desarrolle, transforme y esto último debería dejar de ser un escollo para quienes tienen en sus manos la toma de decisiones al respecto, si es que tienen interés desarrollo del país. Si no logran entender esto o si por el contrario pretenden de alguna manera limitar el desafío que les supone una Sociedad Civil vibrante e interconectada, pues el panorama puede volverse aun mas desolador.